Aguas cristalinas (Cheshire)

[Medea]

Había aprovechado un arroyo que me había encontrado para hacer un alto en el camino. La verdad es que estas excursiones para recolectar plantas medicinales a veces me resultaban un poco agotadoras, pero sabía que me quejaba de vicio, siempre acababa satisfecha por la recolecta final. Aunque a veces tenía que irme algo lejos para encontrar alguna planta en particular. Afortunadamente tenía las de uso más común plantadas en el huerto del monasterio, por lo que no era necesario que saliera todos los días.

El arroyo tenía bastante buen aspecto, por lo que llené la cantimplora de agua, bebí un poco y decidí refrescarme el cuello y los pies, que metí directamente en el rio tras descalzarme y subirme la túnica para que esta no se mojara. Me había sentado sobre una roca y ahí estaba yo, con las piernas al sol metidas en el agua hasta las pantorrillas y disfrutando de un agradable y caluroso día. Afortundamente iba vestida con una túnica liviana que apenas daba calor

(FDI: Obviamente la túnica es ligeramente sugerente XDD)

[Cheshire]

 Cheshire caminaba en pleno día. Le costaba admitir, con todo el resentimiento y odio de su corazón, que caminar de día le era incómodo. Estaba acostumbrado a dormir muy poco, de día estaba ocupado ocultándose de los ojos de curiosos (ojos que si lo miraban iban a terminar rodando por el suelo, literalmente) y de noche se ocupaba de divertirse “cantando” canciones de cuna a las personas que caminaran. En total, apenas dormía unas cuatro horas a la madrugada. Sin embargo, el sabía disimularlas muy bien, y hasta él mismo se trataba de engañar de que no estaba cansado: sonreía con demasiada exageración (más de la normal) y caminaba con mucho entusiasmo, pareciendo más una marcha militar que una caminata normal.


 El colmo llegó un poco más tarde, cuando tuvo una necesidad irrefrenable de liberar su molestia en alguien y, por suerte, no tuve que aguantar mucho: un viajero cansado se dirigía hacia él. Estaba molesto, cansado y tenía algo de sueño, por lo que su humor acompañó la forma en que lo mató: apenas se cruzó le dio un golpe en la boca del estómago y con Usmierci comenzó a golpearlo con toda su furia hasta que la sangre comenzaba a brotar a borbotones de la cabeza del viajero. El estigmatizado, terminado su tarea, suspiro ya más tranquilo y con más sueño. Dejó el cadáver en el camino, totalmente indiferente si eso iba a atraer personas (lo más probable) o no. Lo único que quería era descansar la vista: no quería dormirse, dormir de día podía darle ventaja a los ladrones o bandidos. Además, su cabeza comenzaba a dolerle por el calor que hacía y el sol que le daba de lleno.


 Caminando un poco, Cheshire encontró una corriente de agua y unos arboles con suficiente sombra como para descansar. Una vez en la corriente, Cheshire se sacó su chistera y, bostezando, se recostó en el agua, sin importarle que tenía toda la ropa puesta: tenía calor y sueño, iba a refrescarse, iba a descansar. Apoyó la chistera en su torso junto con sus brazos y Usmierci, cosa que lo hacía parecerse a un cadáver, más con su piel blanca cal.


 Al principio su mente luchaba por no dormirse pero era tanto el sueño que tenía que se rindió ante los designios de Oneiros. Su mente comenzó a divagar en fantasías macabras mientras su cuerpo en el mundo real era llevado por la corriente: era lo suficientemente pequeña para no ser un río pero lo suficientemente grande para tener una corriente considerable. Pronto su cuerpo comenzó a ser arrastrado por bastante tiempo hasta llegar a una parte muy bella en donde parecía salido de un libro de fantasía y estaba resguardado de las personas. Lo que no sabía es que había una mujer, refrescándose en aquél arroyo del calor del día. Los dos, pronto, se iban a encontrar, y Cheshire parecía uno de los tantos cadáveres que había dejado a la deriva en un río.

[Tú te mojas, yo me mojo xDD]

[Medea]

Para que mentir, se estaba agusto en aquel onírico paisaje, con las piernas frescas y la cesta llena de plantas, unas más inofensivas que otras. El caso es que allí estaba yo, tan tranquila cuando de repente pasó un cadáver ante mis ojos. Le hubiera dejado pasar de largo, de no ser por las rocas del fondo que variaban la corriente y lo empujaban directo hacia donde estaba yo. Hasta que desafortunadamente golpeó contra mis pies. Ah, que desagradable... Así que coloqué el pie sobre el pecho de auqel pobre desgraciado para empujar su cadáver y que siguiera arroyo abajo hasta que se detuviera en el pueblo o siquiera su camino por el río que había más abajo...

No apreté, simplemente coloqué con delicadeza el pie para poder pegarle un ligero empujón que lo liberara de la trampa de las rocas.

[Cheshire]

 - Oh.


 Cheshire soltó esa pequeña exclamación al darse cuenta de lo extraño de la situación: estaba soñando cosas “hermosas” cuando sintió un pequeño y delicado golpe que lo hizo despertarse. Estaba en un claro hermoso, donde estaba  un arroyo de aguas límpidas y refrescantes. La situación hubiera sido demasiado graciosa y hubiera reventado en una carcajada incontrolable de razones misteriosas para la bizarra mente de Cheshire si no fuera porque se había chocado con los pies de una persona y uno de estos estaba apoyado ligeramente en su pecho, cosa que lo había despertado. Observó que la persona era una mujer hermosa de una belleza extraordinaria: era de una piel blanca y de apariencia suave, unos cabellos dorados que caían hasta su contorneada cintura. Tenía unos ojos de un azul cristalino hermoso y todo eso acompañado por una figura esbelta y proporcionada, además de las ropas ligeras que portaba. Antes de que aquella dama pudiera decir algo del extraño cadáver que había exclamado, Cheshire se levantó con rapidez y elegancia, quedando en una reverencia a los pies de la hermosa mujer mientras sonreía con sinceridad.


 - Creo que soy franco al decir que pido mis más sinceras disculpas al interrumpir su descanso en este día tan caluroso – dijo mirándola a los ojos: una buena mirada acompañaba las palabras de disculpa que Cheshire ofrecía – Como disculpa de la extraña aparición que acabo de hacer te puedo dar una explicación, si la señorita acepta que se les dé, obviamente.


 El estigmatizado se levantó dejando ver su gran altura, mientras seguía mirando a la bella mujer. Sostenía todavía su galera en el pecho y Usmierci estaba a su lado. Sus ropajes estaban completamente mojados haciendo que se pegaran a todo su cuerpo, dando la sensación de una desnudez falsa. Cheshire no hacía caso a su ropa que le daba aquella sensación a quien lo viera y volvió a hablar:


 - Sin embargo, si no acepta esa explicación como parte de mis disculpas, entonces puedo ayudarla de cualquier otra forma que necesite, solamente diga señorita… – terminó por decir el estigmatizado esperando a que la dama respondiera con su nombre.


 <<Podría matarla >> pensó Cheshire sentándose en una pequeña roca que estaba cerca, un poco alejado de la mujer << pero tengo demasiada pereza de golpearla y, además, parece una persona interesante, aunque sea una asquerosa humana…además, suprimir de esa forma tan brutal la belleza de esta mujer sería un crimen, prefiero esperar y escuchar lo que diga >>

[Medea]

Arqueé una ceja sorprendida cuando ví como el cadáver pegaba un respingo y un grito al poner mi pie contra su pecho. ¿Nunca le habían explicado que no era recomendable dormirse en el agua? Estaba claro que no. Cuando se levantó pude comprobar su excepcional altura y su cuerpo elegantemente formado, ya que las ropas mojadas se pegaban a su cuerpo como una segunda piel. Parecía educado, pero me daba la impresión de que sus pensamientos no se correspondían del todo con sus palabras. Tampoco es que me escandalizara aquello, mis pensamientos casi nunca se correspondían con mís palabras.

La verdad es que no tenía demasiados motivos para ser grosera y la amabilidad siempre abría más puertas.

- Acepto sus disculpas, señor, al igual que sus explicaciones. Sin embargo, no se sienta obligado, no me gustaría cometer la indiscreción de entrometerme en sus asuntos.

Como si me importara lo que había llevado a ese estúpido a dormir en un río... Pero la educación estaba ante todo y yo venía de una educada familia de la nobleza más influyente. Así que técnicamente la educación me sobraba. Y tampoco quería tener problemas con un hombre armado en un lugar tan solitario. Por allí lo único que pasaban eran ciervos, cazadores y alguna que otra persona recolectando hierbas.

- Sin embargo, creo que lo más apropiado es que nos presentáramos. Así tendré un nombre por el que llamarle. "Señor" es demasiado impersonal. ¿No cree?

[Cheshire]

 El estigmatizado escuchó atentamente las respuestas de la bella dama mientras asentía a lo que decía. Un momento después, soltó un pequeño suspiro y ensanchó su sonrisa un poco más, por razones completamente desconocidas: quizá por que le daba la sensación de que ella tenía algo en común con él, una forma de hablar sincera pero que daba a entender todo lo contrario.


 - Me complace saber, entonces, señorita, que no tendré que dar miles de excusas e historias sin sentido para justificar mi aparición en este bello lugar, ni tampoco daré la excusa a la acción negligente de acusarla por… “indiscreción” – dijo Cheshire mientras desviaba la mirada al cielo, aburrido: hubiera sido una tontería aburrida explicarle cómo había llegado hasta ahí, aunque hubiera sido “graciosa” (según Cheshire) la reacción de la mujer al comentar que había matado a un tranquilo viajero y que eso lo había relajado al punto de ser casi somnífera aquella acción.


 Cheshire se estiró de forma gatuna y tuvo la tentación de secarse lamiéndose, pero al fin y al cabo no era un gato e iba a quedar ridículo ante la mujer que le había preguntado su nombre. Decidió sacarse su chaqueta y ponerla en un árbol cercana, para que se secara algo con la luz del sol.


 - Cheshire, Cheshire me dicen. Como breve descripción de qué es Cheshire te puedo asegurar que solamente es un simple, tonto y vagabundo hidalgo que pasa sus días yendo de aquí para allá. Ahora... ¿Me permite conocer su nombre? – dijo el estigmatizado mientras la miraba con curiosidad.

 [Pequeño, disculpa, estoy corto de inspiración]