Cecil Claymore
Laguz Osezno
Cadete
Posts: 58
|
 |
« on: June 07, 2009, 02:56:30 am » |
|
No hacía mucho que había dejado a los mios atrás, solo unas cuantas horas me separaban de mi pasado y... Mi padre...
La mañana iluminaba el bosque esmeralda cuyo verdor brillaba casi con luz propia. Los pájaros orquestaban una dulce serenata para despertar a las demás bestias a una nueva jornada en esta tierra de libertad y tranquilidad. Sólo el rio competía con ellos con una alegre canciocilla cristalina y pura, saltando entre las rocas que marcaban su camino hacia algún lugar aun por descubrir.
Yo estaba siguiendo este rio con la esperanza de encontrar un pueblo donde empezar mi viaje. El aire estaba en calma y el dulzor del lugar lo llenaba de un aroma que hacía creer al paladar que había miel en la boca con solo olerlo. El azul en el cielo dejaba ver las lejanas tierras de Goldoa en el horizonte que se funde con los cielos en una fina linea de espuma blanca, como si por un momento lo que hubiese encima de mi cabeza fuese el mar. En este mundo de verde y azul sólo destacaban en colores los troncos de fresco marrón de los arboles, las piedras grises y relucientes, los diversos colores de las flores y yo mismo.
Sí, yo me encontraba siguiendo la corriente del rio en este paisaje paradisiaco que merecía ser observado. Pero no importaba, conocía este tipo de paisajes, pues había crecido durante toda mi vida en ellos. Ni mis ojos ni mis oidos ni mi nariz lo contemplaban pues ya lo conocían este paisaje al ser como otros muchos que conocí. Solamente mi corazón se paraba a contemplarlo extasiado.
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
