Del fruto de la perla y el esfuerzo...[Kyle]

[Kyle]

La reacción de Kyle cuando Melissa empezó con su masaje fue la de ahogar un leve quejido como buenamente pudo, aunque las palabras de la chica le estaban doliendo más que lo demás, realmente no había pretendido herirla, ni decir que no lo estaba haciendo bien, ¿eso era lo que había parecido? Un aguijonazo de culpabilidad le golpeó y, cuando se quiso dar la vuelta, se dio cuenta de los ojos empañados de la mujer, sintiéndose aún más culpable.

Estúpido...


- Señorita Melissa, no... Sé que os esforzáis, de verdad. No es por eso... Yo... Os confiaría mi vida sin dudarlo un instante, de verdad, pero no me parecía apropiado permitiros que me dieseis un masaje sin poder dar algo a cambio. Estáis haciendo mucho por mí y no quería abusar de vuestra hospitalidad más de lo debido.


Tras decir eso Kyle miró hacia abajo llevándose una mano a la marca. ¿Cómo había sido tan idiota? Él sabía mejor que nadie lo que era esforzarse para tratar de ser lo que quería ser, sin importar las dificultades... Sabía que Melissa tenía una forma de sanar algo caótica, ¿pero en qué era distinto eso de su propia sangre? Él no pertenecía a ninguna de las dos razas, ni humano ni Beorc, y por más que se esforzase, nunca podría encajar. Sin embargo, lo intentaba con todas sus fuerzas, ser más humano que los propios humanos, el mejor de todos ellos.

¿Cómo había podido herirla?


- Por favor... ¿Qué puedo hacer para que os deis cuenta de que no pretendía heriros? Sé que os esforzáis mucho... Y sé lo que es eso.

[Melissa Sforza]

Sus palabras me pillaron pro sorpresa, pero no permití que se me notara ni un ápice. En cuanto mis ojos se empañaron blindé mis emociones para que no fueran capaces de salir, y descubrirme frágil ante aquel hombre...

Pero sin ninguna duda en mi gesto se dibujó el agradecimiento, cuando dijo aquello que era mas que un cumplido para mi... que pondría su vida en mis manos...

No pude evitar sonreír al muchacho de manera maternal. Se estaba ganando poco a poco mi confianza, mas que por sus palabras, ya lo había hecho con sus actos, y aunque sus primeras palabras habían resultado desafortunadas, era capaz de omitir su falta con creces...

Entendía a mi hermana por haberlo tomado...

-Ni con todas las atenciones podría pagaros el precio de la vida de mi hermana...- dije maternal, tomando sus manso sosteniéndolas con cuidado- En toda mi vida manera no habrá de que os cobréis todo lo que os debo... así que dejadme agradecéroslo y permitid que lo tome con la humildad con la que suelo...- Dije un momento antes de rodear sus hombros con los brazos.

Mis vestiduras le envolvieron y mis manos se posaron sobre su estigma de dragón con la suavidad de una pluma. Inocentes, como las de una madre que abraza a su hijo perdido. En aquel momento hablé con suavidad susurrante, a su oído...

-Vos sabéis tan bien como yo los devenires sufridos por nos... Sabéis lo que es ser rechazado, y sabéis que el esfuerzo alimentará nuestra mente y consumirá nuestra carne... No creáis que Sforza no es mas que un burdo apodo...-  aguardé un momento y continué - Vos, hijo de dragón y también del esfuerzo, que me conocéis tanto como yo a vos, experimentasteis la pérdida y la salvación de un ser querido común, y no puedo estar en profundo mas agradecida... De modo que si amáis a mi hermana como creo, en este momento sois tan hermano mío como Medea...- dije aquello con tono severo, pero cariñoso, casi cómplice.

Me separé de él con suavidad, mirándole a los ojos. Sabía que a Medea poco le importara que diera mi bendición a sus ligues o a sus compañeros. Pero él le había salvado la vida, y no veía mejor forma de agradecérselo...

[Kyle]

Kyle no pudo evitar sentirse sorprendido al verse abrazado por Melissa, menos aún al escuchar las palabras que dijo, aunque estas causaron su efecto: El Estigmatizado a punto había estado de echarse a llorar embargado por la emoción, aunque fue capaz de contenerse mordiéndose ligeramente el labio inferior.

El toque de Melissa era como el de una madre y, en aquel momento, él se sentía vulnerable, como un niño recién nacido en los brazos de su progenitora. No podía evitarlo: Aunque sabía que sus amigos lo querían y apreciaban por ser quien era, aún así le costaba demasiado imaginar que aparte de aquellos que le conocían otros pudiesen aceptarle... Que lo hicieran le hacía sentir una dicha que no estaba seguro de merecer, especialmente cuando tenía en cuenta la "maldición" supuestamente asociada a su sangre, el que era alguien que debía traer la desgracia a los demás.

Que, aún sabiendo eso, alguien lo aceptase...  No podía hacer otra cosa que considerarse eternamente en deuda.

Cuando se separó, Kyle se llevó una mano al rostro ocultando las lágrimas que todavía no habían salido y luego negó con la cabeza, sabía que debía decir algo, pero ¿Qué podía ser? Se limitó a observar a la mujer intentando localizar y ordenar las palabras, al final, simplemente salió un tono débil.


- Gracias, Melissa. Yo... No sé cómo puedo pagártelo, pero... Juro que encontraré la forma. De algún modo... En algún momento...

[Melissa Sforza]

Pude notar sin ninguna duda la emoción que embargaba al joven que tenía entre mis brazos, que en ese momento se me antojaba mas como un niño que había esperado demasiado tiempo a escuchar unas palabras que el mundo le debía...

Cuando me separé de él y me mantuve observándole sin ninguna duda el hombre había estado a punto de romper a llorar, cosa que por otro lado no me extrañaba de un hombre como él...

Sabía como se había tenido que sentir, aislado, solo, sin contacto con nadie...como si el mundo permaneciera impasible a su existencia...

Sus palabras fueron recibidas por mi con una sonrisa, de nuevo por completo maternal. Mi bendición no era precisamente fácil de conseguir, peor el muchacho la había ganado y que tuviese un efecto tan profundo me hizo pensar que había dejado mi confianza y la de mi hermana en gratas manos...

Había llegado el momento...

Volví a tomar al muchacho por los hombros y lo acerqué a mi, le apoyé en mi pecho, rodeándole lateralmente la espalda con uno de mis brazos, mientras con el otro acariciaba su suave melena, arrullándolo con tanta ternura como si fuese hijo mío...

Ni siquiera el mas retorcido podría haber dicho que aquello tenía otra intención, mas que la de tranquilizar y compartir el dolor del joven...

-Sh...Tranquilo... hermano...-dije haciendo notar por mi tono la importancia de aquella palabra, como si fuese el mayor título honorífico - Voy a pedirte algo, y este será tu pago hasta el fin de tus días, además del cuidado de mi hermana que ya recae sobre ambos... -abrí los ojos para mirarle, con el cariño de una madre brillando en los ojos - Quiero tu confianza, tu lealtad y tu verdad... quiero tu dolor y tu cariño... y quiero culparme de tus pesares...- le estreché un poco mas contra mí - Quiero que me consideres tan de tu misma sangre como un hermano y que me quieras como a una madre...a partir de ahora el cuidado de ambos recaerá en mi como tal...- hice una pausa, y le besé suavemente en la frente...

De un modo tan profundo y sincero que habría sido capaz de expiar todos sus pecados... Aquellas palabras dichas en un tono suave y expresadas con un amor  tan profundo como el que sólo unos pocos pueden siquiera soñar que alcanzarán...

y me mantuve meciéndolo en mis brazos, como si aquel fornido muchacho fuese a romperse por culpa mía si no le sujetaba con el mayor de los cuidados...

[Kyle]

[FDI: Creo que podemos dar este post por acabado, por más que intento ver cómo seguirlo, creo que lo estropearía. Hasta otra interpretación  ]