Khattara
Beorc Mago Negro
Cadete
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« on: November 27, 2009, 02:59:23 pm » |
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La mirada enojada del joven no le pasó desapercibida, tampoco le sorprendió... A nadie le habría sentado bien verse inmerso en una batalla que no le concernía en absoluto y de la cual probablemente no sacara un mayor beneficio que el de continuar con vida.
- Me has metido en un buen lío forastera… ¿qué podrías ofrecerme si te ayudo en esta batalla? - llegó a sus oídos la voz del muchacho, pidiendo la recompensa que le correspondería, sonrió para sus adentros sin perder ni un ápice de concentración, sin duda la pregunta merecería una respuesta que ella no podía darle y que él no parecía poder atender en esos momentos.
Pudo ver como el muchacho se deshacía con gracia de los soldados que se habían lanzado contra él, empujó a uno al suelo y se desembarazó con maestría del otro, sin duda se trataba de un buen espadachín.
Por su parte, la distancia entre ella y el soldado que se dirigía con la espada en alto dispuesto a matarla de una única estocada se reducía drásticamente, siguió conjurando, manteniendo la posición, ahora no podía huir. El rayo salió disparado de sus manos cuando la espada estaba a escasos centímetros de su rostro, obligándola a soltar la energía al tiempo que se tiraba al suelo y rodaba por el mismo para evitar el golpe.
Se levantó con presteza para ver cómo el segundo cuerpo humeante se desplomaba en el suelo. Aprovechó para mirar a su nuevo aliado, sin duda no parecía necesitar ayuda, pues su espada estaba teñida por la sangre del soldado.
- Os perdonaré la vida si desaparecéis ahora… - dijo seriamente.
El herido no pudo más que reírse, desesperado y dolorido, dos de sus compañeros habían fallecido, sería una deshonra huir, además de una temeridad, pues si el hecho llegaba a oídos del alcalde lo harían ajusticiar. Su compañero, cegado por la ira ni siquiera escuchó las palabras del guerrero, simplemente se acercó a él y volvió a cargar, esta vez con mucha más fuerza, impulsado como estaba por la ira.
- Pagarás bastardo! Los dos pagareis por esto!! Hoy será vuestra sangre la que regará estas tierras!!! - gritaba desquiciado.
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