Message #5847

[Beiliana]

El señor músico suspiró, parecía como cansado, a lo mejor estaba enfermo y se iba a morir dentro de poco, me dió mucha penita la escena.

-Lo que te ha metido en el timo de cabeza has sido tú misma. Te enfadas demasiado rápido. Te dejas llevar, y por eso, aquellos pobres diablos te engañaron sin problemas.

¿Em?... ¿Como que me había metido yo misma?... No lo entendía. De repente unas cuantas notas se escaparon de la guitarra. Que guay, ya me gustaría tocar a mí algún instrumento, pero soy muy torpe con cualquier cosa que no sea el arco o la acupuntura.

-Desde luego siempre habrá listillos, timadores con habilidad o afortunados que engañen a casi cualquier persona. Todos tenemos un mal día... Sin embargo, cuanto más evidencies que te dejas llevar, más probable es que un timador se te acerque y te engañe con cualquier tontería. Yo me he tropezado con varios, así que no creas que no sé lo que digo... De todas formas, si te parece que merecen un castigo, no te cortes. El problema es que ahora saben cómo eres y no será fácil que les encuentres.

Añadió de repente. Me llevé un dedo a los labios pensando en lo que acababa de decir. La única parte que retuve en mi mente fue la del castigo... Me gustaba esa parte. Aunque por otra parte, yo no sabía sus aspectos, no podía pegarle a todos los vagabundos que viese... o si, pero me metería en muchos problemas. Repentinamente el señor músico se colgó la guitarra al hombro y se terminó la bebida. Parecía dispuesto a marcharse.

- ¿Se va usted Señor músico? - Pregunté con tono triste - ¿O me va a acompañar a machacar harapientos? - Pregunté ya algo más animada - Giajiajajaja - Reí, imaginandome como aplastaba a los vagabundos con su guitarra.