Fire Emblem: Shadows of the Empire
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Historias fuera de trama de ayer y hoy

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Author Topic: Historias fuera de trama de ayer y hoy  (Read 921 times)
Kyle
Estigmatizado - Mercenario
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Hijo de la Espada


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« on: November 27, 2008, 05:59:34 pm »

[Este mes, presentamos: The Fire Emblem Cast in ... ¡BERO SHI ESH UNA BFIESHTA!! (Fiesta de inauguración del foro]

[La canción que suena: ]

Todavía no acababa de entender cómo lo habían llevado allí, pero el caso es que allí estaba.

El sitio no es que fuese desagradable: Parecía un gran edificio, con una enorme amplitud en su gran sala interior y sumamente bien iluminado, sin embargo, lo que a Kyle no acababa de cuadrarle es que todo aquello no parecía, directamente... "Su mundo". Es más, todo, empezando por sus ropas y acabando por el lugar en que se encontraban y el vehículo en que había llegado, parecía sacado directamente de una especie de sueño loco... ¿Un coche que se movía sin ningún tipo de fuerza animal, sino por sus propios medios? ¿Edificios de metal y cristal que se extendían hasta casi tocar el cielo?

¡Parecía cosa de brujería!

Cuando se encontró dentro de uno de esos edificios, enorme en el interior, se encontró con una estampa cuando menos curiosa: Una enorme cantidad de mesas llenas de comida, una especie de bola brillante en el techo que arrojaba destellos periódicos en todas direcciones y, al fondo de la sala, una especie de pequeño escenario, con extraños artilugios que parecían grandes cajas de metal, aunque no sabía exactamente cómo, parecían emitir ruido, uno especialmente agradable, pero...  El caso es que allí estaba y su ropa también le era, como poco, nada familiar: Llevaba unos pantalones de una tela negra, zapatos de cuero curtido, una camisa abotonada de un tejido cuyo tacto no había sentido nunca y, sobre esto, un extraño lazo al cuello y una chaqueta, de un tejido áspero pero firme. 

Su pelo estaba recogido en una coleta, aunque se sentía algo incómodo con él... Por otro lado, la persona que había a su lado parecía estar igual de perdida que él: Era una mujer con un vestido rojo, que se aferraba a su brazo pegando a él su rostro con una expresión tranquila y feliz, aunque sus zapatos le daban miedo, pues mientras que la punta estaba pegada al suelo, la parte correspondiente al talón se alzaba a varios centímetros por un pequeño soporte de material bastante delgado, lo que no hacía sino dar la impresión al chico de que podría partirse en cualquier momento, poniéndolo inmensamente nervioso. Además, el peinado de la chica era extraño...

Si no fuese por estas obvias diferencias, diría que quien había a su lado era Sonia, aunque no la había visto nunca tan... ¿Feliz? En cualquier caso, antes de que pudiese preguntarse lo que estaba pasando, una voz sin cuerpo, saliendo de aquellas cajas mágicas, se escuchó por toda la enorme sala, pronunciando unas palabras que retumbaron en cada pared, techo y llegaron a cada rincón...

" ¡Señoras y caballeros! ¡Bienvenidos a esta fiesta de inauguración, ofrecida por cortesía de Esferas de Realidad KS, la factoría de sueños! ¡Si aún no han contratado nuestros servicios, pueden encontrarnos en la dirección calle falsa 123 o ponerse en contacto con nuestras bellas azafatas, que les proporcionarán la información necesaria!  Esperamos que disfruten de esta pequeña velada con salud y, recuerden, contamos con salas privadas para su disfrute personal...

Aviso: Les informamos que Esferas de Realidad KS no se responsabiliza de cualquier acceso de locura ni síndrome de desorientación producida por diferencias entre la realidad del universo de procedencia y el encontrado en la esfera de realidad. Esta realidad es una simulación altamente fidedigna y, por tanto, cualquier suceso acontecido en la misma será olvidado nada más abandonar la misma, siendo sólo parte de la imaginación de los usuarios. Los efectos secundarios incluyen síndrome de Rey, vómitos, pérdida de contacto con la realidad, y creencia de vivir en un universo simulado.  Les rogamos mantengan sus pertenencias vigiladas en todo momento.

Gracias.

PD: Se informa al propietario de un vehículo modelo "Carroza de Hada Madrina" del 88 que el vehículo ha sido retirado por un Gato con Botas y florete por obstruir la circulación. Si desea recuperarlo, acuda a la administación de Esferas de Realidad KS más cercana. Gracias."

... Vale, decididamente, no entendía qué pasaba. Pero una cosa parecía clara... Si eso era una fiesta, habría que tratar de pasarlo bien. Y parecía que eso empezaba a llenarse.
« Last Edit: November 27, 2008, 06:41:38 pm by Kyle » Report Spam   Logged

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Reanne
Beorc Mercenario
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« Reply #1 on: November 27, 2008, 07:20:02 pm »

FDI: La tentación de ponerle unos tacones a Reanne ha sido TAN grande...xD

Si aquello era un sueño era el más raro que habia tenido jamás, ni siquiera recordaba que habia estado haciendo antes pero ahora estaba en una habitación enorme. Y tan grande, nunca habia visto nada igual en Tanas, no alcanzaba a imaginar como podría haber llegado a imaginarse aquello ni tampoco lo que llevaba puesto... o lo que no llevaba. Los ojos dorados de Reanne se abrieron al ver que tenía los hombros al descubierto. Ella no lo sabía pero lo que llevaba era un vestido de palabra de honor verde oscuro que llevaba hasta el suelo. Lo que veia y sabía era que habia demasiada piel al descubierto, sobretodo en cierta zona que normalmente iba completamente tapada. Se sentía incomoda y como alguno la mirase... Cerró el puño.

Aquello podía ser un sueño pero no pensaba dejar que nadie se pasase de listo en él, se levantó para ir a mirar aquella comida y... A punto estuvo de partirse la cabeza contra el solo. ¿Que era aquello? Miró lo que llevaba puesto en los pies. ¿Que clase de tortura era aquella? Sin más se descalzó dejando los tacones por ahí tirados mientras comenzaba a caminar descalza por el suelo, estaba frio pero mejor eso que un hueso roto. Se preguntaba de donde habia sacado semejante... ¿calzado? Claro que la sorpresa habria sido mucho mayor si se hubiese mirado al espejo porque en lugar del recogido habitual su pelo caia suelto sobre sus hombros. Sin duda vaya pintas más raras que tenía y tan poco practicas.

Se sobresaltó al escuchar una voz proviniente de... ninguna parte... o todas partes, no le acababa de quedar claro y se llevó la mano a la espada que no estaba. Genial. Estaba en un lugar desconocido, con un vestido, descalza y sin saber que se suponía que tenía que hacer allí. Miró a su alrededor y se dijo que pese a ser un sueño a falta de nada mejor podría comer o beber algo.... Asi que se acercó a una mesa a mirar con extrañeza lo que allí habia.
« Last Edit: November 27, 2008, 07:26:46 pm by Reanne » Report Spam   Logged
Kyle
Estigmatizado - Mercenario
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Hijo de la Espada


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« Reply #2 on: November 27, 2008, 08:00:26 pm »

El muchacho todavía estaba intentando explicarse qué demonios hacía allí cuando una chica de cabellos rojos entró por la puerta, llamando completamente su atención tan pronto entró en el lugar, no tanto por el hecho de encontrar otra persona allí como por lo que estaba viendo...

Se sonrojó de inmediato, aunque sus ojos le traicionaron: Aquel vestido no era como los que solía ver, de hecho, apenas cubría nada y, de repente, al mirar a su lado, se dio cuenta de que el que esa chica que parecía Sonia llevaba era, si no igual, muy parecido, aunque distinto en color, provocando que de repente sintiese un inmenso calor y un rubor se apoderase completamente de sus mejillas, quedándose completamente tieso.

Eso, claro, antes de que su vista se clavase, tras parpadear un par de veces, de nuevo en la otra chica.

Se quedó observando sus cabellos rojos, los pies descalzos, los ojos, su cuerpo, todo, como si lo tuviese hipnotizado: Quedó tan en trance, de hecho, que para cuando se quiso dar cuenta la chica que antes había estado a su lado había desaparecido, sin embargo, ni siquiera se molestó en mirar hacia dónde había ido, probablemente, aunque hubiese querido mirar para otro lado la presencia de la pelirroja era tan fuerte que sus ojos estaban, literalmente, pegados a ella, sin poder moverse en lo más mínimo.

Quizá, pensó, debiese ir a preguntarle si sabía qué era ese sitio... Por su aspecto, quizá incluso fuese la hechicera que los hubiese traído allí... Pero, aunque quisiese moverse, su cuerpo no respondía: Estaba paralizado, y tieso como un palo.  No se podía mover... No sabía si por la hechicería de aquel sitio, o por algún tipo de embrujo de aquella mujer.

Quizá por las dos cosas.
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Miras
Beorc Mercenario
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« Reply #3 on: November 27, 2008, 08:24:39 pm »

Hay cosas que simplemente no pueden ser explicadas... Como por ejemplo, pasar de estar en un bosque durmiendo con una manta hecha con la piel del ciervo que te acabas de comer, a estar en un vehículo cómodo, vestido con ropa incomoda, moviéndote a través de una especie de jungla con grandes árboles de metal y acero con muchas lámparas por todos lados... Miro a todos lados, buscando su espada y sus cosas, pero no estaban por ningún lado, nervioso vio una trampilla en el techo del carro y sin pensárselo mucho la golpeo con fuerza lanzándola por los aires y asomándose por ella, allí fuera le recibió un viento inusualmente fuerte y un olor nauseabundo, volvió inmediatamente adentro del carro tosiendo... Le había dado una nube de humo en la cara.

Sus ojos de color ámbar miraron por el habitáculo en el que estaba encerrado... Parecía una jaula negra, miró sus ropas mientras permanecía sentado, llevaba unas zapatillas iguales a las que llevaba cuando se había echado a dormir, pero el resto de la ropa era completamente distinta, se paso la mano por el pelo, comprobando así que había sido limpiado y perfumado... O al menos eso le parecía, se sentía cómo aquella vez que le llevaron a hace acto de presencia junto a sus compañeros a un importante espectáculo... Pero allí el vestía sus ropas normales y las mujeres le miraban de forma rara, incluso algunos hombres... Nunca se había sentido tan mal como entonces ¿Se iba a repetir la escena? No lo permitiría, pensó justo cuando el vehículo se detenía y se abría apresuradamente la puerta.

El estigmatizado salio del coche hecho una furia, asaltando al chico que había ido a abrirle la puerta, lo miro mientras estaba encima de él ¿Había perdido ya el conocimiento? Se alzo para ver a su alrededor, un montón de gente iba y venía algunos chocados por la aparición del ex-gladiador, que no se pensó dos veces rugir a la multitud dejándolos desconcertados mientras entraba en tromba a la sala que había delante de él. Paso por unos espejos, viéndose rápidamente a sí mismo, ofrecía un aspecto pulcro, limpio y aseado, con una camisa blanca de botones abierta a la altura del cuello y una chaqueta de tela rígida y áspera abierta de par en par, sus pantalones ofrecían el mismo aspecto... Por un momento pensó que sus zapatillas desentonaban demasiado con su ropa. Pero como sus otros errores, esto sólo paso una vez antes de entrar en la sala abriendo las puertas de par en par y desencajándolas levemente... Sería mejor no pensar en el destino de aquellos que habían sido golpeados por ellas.

Observo el lugar, abarrotado de personas que habían dirigido sus miradas a su persona... Tantos ojos mirándole le ponían nervioso y no eso no era bueno para ninguno de ellos, los cuales se salvaron de unas nada agradables represalias cuando una voz comenzó a hablar, era como en las arenas, una voz que hacía eco por el lugar y no sabías bien de donde venía. Miras le hizo caso omiso y se abrió paso entre la gente, muchos hombres iban vestidos de la misma guisa que él sólo que con un lazo y menos despeinados, a él algunos de sus mechones se le habían separado del grupo principal y estaban perdidos en el espacio entre mechón y mechón.

La gente hablaba a su alrededor y él no comprendía nada... Necesitaba algo de comer y cuando vio una mesa servida se tiro sobre ella, comiendo de la única forma que sabía comer... Con hambre, cogiendo canapés a puñados y bebiendo directamente del cazo del ponche sin que se le derramara una gota, era poco más que obvio que sabía perfectamente cómo hacer este tipo de cosas, ya que era así como comían los gladiadores después de ganar un combate, a ellos les tocaba el festín de reconocimiento, mientrás a los otros les esperaba el entierro de los que cayerón. Pero mientras comía lo que más le sorprendía era el poco recato que tenían aquellas hembras, que mostraban sus senos parcialmente sin ninguna vergüenza, para él era normal enseñar musculos todo el día pero ver a una mujer excibirse así era algo harto raro para él, quién acostumbraba a verlas o totalmente tapadas, o totalmente armadas, aún no sabía cual de las dos era peor, las primeras te hacían cosas raras por todos lados y no sabías como manejarlas, mientras que a las otras simplemente tenías que combatirlas... Sobra decir cuál de las dos le gustaba más ¿No?
« Last Edit: November 27, 2008, 08:33:18 pm by Miras » Report Spam   Logged

Recuerda, no te pierdas entre los cuentos y las historias del pasado, mejor pierdete entre los cuentos y las historias de tu propia vida.<br />Ficha: http://fireemblemshadows.freesmfhosting.com/index.php?topic=24.0
Darrius
Beorc Monje
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« Reply #4 on: November 28, 2008, 02:24:04 am »

Darrius estaba explorando una cueva y cuando salía de ella se había quedo sorprendido. había edificios que parecían tocar el cielo, luces por todos lados, ruido por todas partes, gente con vestimentas muy raras,…

El había viajado mucho, pero nunca había visto algo así, y no lograba localizar el lugar. Aunque lo mas raro de todo es que sus vestimentas habían cambiado y se parecía mucho a la ropa que estaban en ese lugar. Ya que al verse reflejado veia que su pelo había cambiado y tenia una rara forma (afro) y un traje que no sabia como definirlo (el típico años 80) auque se veia raro le gustaba.

Se fue directamente a un edificio a ver si podía pedir información y descubrir donde estaba y que era todo esto. Al entrar le recibió una especie de camarera (azafata) con un uniforme muy raro y con poca tela ya que casi se podría verle todo, a lo mejor no tenia dinero para algo con mas material. Le llevo a una sala enorme que  había una gran mesa llena de comida la mayoría desconocidas para el, una bola que reflectaba luz de una forma curiosa y salía una música que parecía salir de todas partes y esa camarero desapareció.

Después la música se paro de golpe y se cambio por una voz que no entendía casi nada, solo que estaba en una fiesta y ya que estaba decidió quedarse, uno nunca tiene que desaprovecha la oportunidad de comer gratis y ya puesto de divertirse un poco ya que se merece un descanso.

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Mythos
Estigmatizado - Vagabundo
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Sombra acechante


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« Reply #5 on: November 28, 2008, 04:01:17 am »

Sea como fuera, estaba seguro de que aquel lugar no era la habitación de la posada en la que se había dormido. Empezando porque a pesar de que los parroquianos hacían un ruido endiablado hasta altas horas de la madrugada, aquí el ruido era aún mayor, le obligaba a taparse los oídos mientras se apoyaba contra una pared que tenía a sus espaldas. ¿Qué era aquello? había sentido frío al apoyarse contra esta.

Miró las ropas que llevaba puestas y se sorprendió. Estaban limpias y planchadas, algo nunca visto, además, tenía una sola capa de ropa, una camiseta ajustada blanca que llevaba remangada hasta los codos, unos pantalones negros de tejido áspero y que no se ajustaba para nada a sus piernas. Era incómodo, se sentía desnudo y hacía frío... En el banco que había frente a él había lo que parecía ser una chaqueta. Se la echó por encima de los hombros y metiendo una mano en los cómodos y prácticos bolsillos comenzó a caminar.

Comenzó a caminar sobre la senda negra de algún material apisonado sin hacer caso de los pitidos que había a su alrededor. Las masas de acero se paraban a su alrededor, pitándole e insultándole, aunque esto último lo hacían los hombres de su interior. Él les miró con desagrado, ignorándoles por completo mientras cruzaba la calle hacia un edificio que destacaba sobre todos los demás.

Cuando cruzó la puerta una mujer bien ligera de ropa se dirigió hacia él. No hacía falta ser un genio para saber que esa mujer le estaba vendiendo su cuerpo, por lo que le apartó la mirada, esquivándola con agilidad. ¿Sería alguna especie de burdel? cuándo se adentró por completo en el lugar pudo ver que la sala era aún más grande de lo que parecía en el exterior.

De repente, la voz le sobresaltó. Comenzó a caminar, confuso, mirando hacia todos lados, en el techo, para buscar el origen de aquella voz. Tan embobado estaba buscando a aquel hombre que su hombro chocó contra alguien, cayendo la chaqueta al suelo. No sabía como no se había dado cuenta antes de su presencia, su voz sonaba incluso más alta que la de aquel hombre, e insultante. ¿Sería alguien dispuesto a atacarle? En un ágil movimiento giró sobre si mismo para clavar su diesta sobre el pecho del individuo, a la altura del corazón.

- ... - notó que sus manos estaban desnudas, y podía sentir el suave tacto del descarado traje de aquella mujer. No tardó más de un segundo, tras darse cuenta de lo que estaba tocando realmente, y de que aquella mujer no portaba un arma para saltar hacia atrás, tomando distancias. En su torpeza, sus piernas chocaron contra una silla, cayendo de culo para sentarse en esta.

Su rostro se sonrojó y maldijo mil veces a la ausencia de los ropajes que normalmente guardaban a buen recaudo sus pensamientos y emociones. ¿Le atacaría aquella mujer? estaban en igualdad al fin y al cabo, él también estaba desgraciadamente desarmado. La miró directamente a los ojos, con seriedad a pesar del sonrojo, a la espera de ver como reaccionaba para huir de allí o seguir a lo suyo.
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Reanne
Beorc Mercenario
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« Reply #6 on: November 28, 2008, 04:16:30 am »

Por suerte para el indiscreto muchacho que se la habia quedado mirando la atención de Reanne habia quedado prendada de la comida durante unos momentos aunque pronto esto varió levemente al ponerse un tipo a comerse la mayor parte de las cosas que habia en la mesa. Vaya si comía el tipo, lanzó la mirada al salón en busca de otra mesa - más bien para comprobar si habia otra-  y fue cuando vio a Kyle. O podría decirse que vió como este la miraba. Frunció el ceño pero el chico no dejo de mirarla, ni siquiera cuando la pelirroja comenzó a caminar hasta él. Cuando le quedaban unos tres para alcanzarse pudo escucharse en el salón la "dulce" voz de la joven.

-¡Eh, tu! Capullo... ¿Que te crees que estas mirando? ¡¡Que dejes de mirarme!! Seras...

Reanne echó el puño hacia atrás dispuesta a darle un puñetazo al chico en la nariz si este no tenía los reflejos necesarios para esquivarlos y la verdad es que en ese momento no parecía tener demasiados así que veía poco posible que pudiese esquivar el golpe de forma completa, aunque evitar que le partieran la nariz sería más sencillo. A la vez que hacía aquel movimiento pisó con fuerza hacia delante y ahora que iba descalza lo que pisó fue la parte baja del vestido. Se escuchó un sonoro rasgido mientras aparecía un roto en el vestido. Reanne ahogó una exclamación y detuvo el puño en el último momento puesto que tuvo que pararse a agarrar la parte de arriba del vestido que, al carecer de tirantes, habia amenazado con bajarse. Como si no estuviese dando ya suficiente espectaculo, claro que era algo que ella no tenía en cuenta.

Su mirada voló hasta Kyle para comprobar si seguía mirandola, como se atreviese a reirse de ella... Los ojos dorados llamearon mientras su mano derecha volvía a convertirse en un puño. Pero Kyle era un chico afortunado, aunque él quizá no lo supiese, pero sin duda lo que iba a ocurrir a continuación era una salida que el destino acababa de darle para que se alejase de aquella mujer antes de terminar malherido. El mismo destino no parecía ser tan piadoso con otra persona, la que se habia chocado con ella, no es que golpearse contra ella en una habitación bastante llena de gente fuese un delito. No, aquello le hubiese pasado practicamente desapercibido a Reanne, lo que no podía dejar pasar era la mano que se habia colocado sobre su pecho.

Y entonces, seguramente por primera vez en su vida que ella recordase, se sonrojó. Porque estaba muy segura de que nunca nadie la habia tocado así. ¡Ninguno se hubiese atrevido! Los ojos dorados chispearon y la furia se superpuso a la verguenza inicial mientras centraba toda su atención en Mythos. A este no se molestó en gritarle, ¿estaría demasiado enfadada incluso para eso?, sino que avanzó hacia el chico... provocando un segundo rasguido en la parte baja del vestido y esta vez no tuvo tiempo de agarrarlo a tiempo, aunque no tardó más de unos segundos en volver a colocarlo en su lugar todavía más roja. ¿De furia, de verguenza? Se detuvo para coger el vestido arrancando el pedazo con el que no paraba de tropezarse dejando sus rodillas al descubierto sin pudor alguno, pese a que tampoco estuviera acostumbrada a enseñarlas.

Una vez "preparada" terminó con el par de metros que le habian quedado por alcanzar al que se habia atrevido a tocarla y sin pararse a decirle nada lanzó un golpe a su nariz que este esquivó, cuando el segundo fue esquivado tambien la chica decidió cambiar de táctica lanzandose ella contra él. ¡Una vez estuviese en el suelo con ella encima ya vería como esquivaba menos!
« Last Edit: November 28, 2008, 04:20:53 am by Reanne » Report Spam   Logged
Lucy
Beorc Vagabundo
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...99 y cien!! Quieras o no voy a por tiiii


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« Reply #7 on: November 28, 2008, 05:14:29 am »

Pastilla roja, pastilla azul, fuese lo que fuese aquello, parecía el final de la madriguera del conejo. Se despertó en una limusina blanca lujosa, estaba algo confusa (aunque eso en una mente caótica podía ser un estado de iluminación), miró a su alrededor y vio un cubo negro incrustado en uno de los asientos:

-Uuuuuh, una tele! Dibujos! ¿Qué es una tele? ¿Y cómo sé lo que es?... Um... Da igual, voy a ver los dibujos.

Encendió la televisión, aunque poco le duró la diversión, ya habían llegado a su destino. Un hombre que parecía medio grogui, como si alguien le hubiese atacado hace poco, le abrió la puerta; dejándose llevar la muchacha salió y entró en el edificio sin saber dónde mirar, tantas cosas brillantes y bonitas había allí... Al entrar en la sala, los presentes la pudieron ver, vestía una gabardina de cuero blanco (con capucha que le ocultaba el rostro igualmente), pantalones de cuero blancos, zapatos blancos y gafas de sol negras, parecía salida de cierta conocida película:

-Hola Mythos!!!! Ya veo que estás tratando con una chica guapa nii! Suerte con ella!

Dijo a voz en grito sin cortarse un pelo, tras lo cual, como impulsada por una fuerza misteriosa se fue a por las latas de refresco, cogió una de Fanta y el resto las empezó a agitar para dejarlas en el sitio. Puede que fuese un acto irracional dictado por una fuerza superior, pero... y lo que se iba a divertir cuando alguien abriese una? Daba igual si era un sueño, una pesadilla o una enajenación mental transitoria, a fin de cuentas era divertido, aunque lo más seguro que para el bueno de Mythos, aquello se acabase de convertir en una pesadilla
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Ryu
Laguz - Dragón Rojo
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La furia ardiente del Dragón Rojo


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« Reply #8 on: November 28, 2008, 05:21:50 am »

-¡¡¡FIESTAAAAAAAA!!!

La visión de un dragón de colores verdes, del tamaño un poco más grande que un caballo, con escamas rojas en algunos lados y de color óxido en las alas no pegaba para nada en el mundo, pero Ryu no iba a pasar desapercibido ni mucho menos. Entró por la puerta a duras penas, pero gracias a su naturaleza reptiliana, pudo escurrise bien, pasando luego a desplegar sus alas majestuosamente y soltar un rugido de alegría. ¡Fiesta! Pronto una aura de fuego le rodeó y empequeñeció hasta convertirse de nuevo en humano, con un traje negro, de corbata negra, zapatos negros... y camisa blanca. Iba realmente elegante, y tenía muuucha percha para llenar semejante traje. Su pelo estaba como siempre, aparentemente rebelde y salvaje por delane, con una melena azul por detrás que estaba recogida en una coleta.

-¡Ahí va!-dijo fijándose en Sonia sin poder evitar mirarla, a modo de saludo- ¡Que guapa estás!-había pasado de todo el mundo nada más verla, lo que dejaba claro que no había visto aún la comida gratis.
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Jade
Beorc Arquero
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« Reply #9 on: November 28, 2008, 05:22:57 am »

Para empezar, no sabía dónde estaba. Era un lugar extraño que en nada se parecía a sus bienamados bosques. Era gris y estaba hecho de acero y de algo parecido a la piedra, pero que no era piedra. Eso, ya de por sí, era mala señal.

Pero lo que era malo, pero malo de verdad, es lo que llevaba puesto. En lugar de sus ropas habituales, tan cómodas, llevaba un largo vestido ceñido de cuello alto y sin mangas, que dejaba toda su espalda al aire (¡y hacía frío, maldita sea!) y que, salvando la parte de la falda que caía desde el muslo hasta el suelo, parecía que estuviera pegado a su cuerpo, lo cual producía una sensación extraña y bastante molesta. Era del mismo tono azul que su colgante, que por suerte seguía estando en su sitio. Para completar, en lugar de sus cómodas botas llevaba unos zapatos que tenían una cuña en el talón que la hacían parecer algo más alta, pero que resultaban completamente incómodos para andar con ellos. Y, para colmo de desgracias, su arco había desaparecido.

Estaba hecha una furia. Estaba claro que alguien había tenido que cambiarle la ropa. ¡Menudo pedazo de pervertido! En cuanto le pillara, se dijo, le iba a caer una buena. Entrando a paso de carga por la puerta que se abría ante ella, Jade se dirigió en busca de su víctima...

...Y se detuvo al entrar en la sala, sorprendida.

El lugar era enorme. Más grande de lo que ella había pensado que sería el salón del trono de un castillo, por ejemplo, y esos solían ser grandes. Se quedó mirando durante un rato, embobada, la gente vestida de forma extraña, y las mesas llenas de comida (en una de ellas, un tipo estaba comiendo como si no lo hubiera hecho en la vida). Era bastante mareante. Durante unos instantes permaneció así, hasta que vio como una mujer, cuyo vestido había quedado rasgado, se lanzaba sobre un pobre infortunado para darle la paliza de su vida.

-Debería hacer eso cuando pille al tipo que me ha metido aquí...- se dijo.
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Eldaroth
Beorc Bardo
Comandante
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Bardo Bastardo


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« Reply #10 on: November 28, 2008, 05:49:23 am »

Eltanin estaba de nuevo en la posada, tocando para un grupo selecto de amigos que le pagaban una ronda de cuando en cuando. En aquel momento estaba interpretando una rápida melodía de flauta, llevando el ritmo con el pie, cuando de pronto, posada, amigos y flauta desaparecieron. En su lugar había un habitáculo oscuro y pequeño, aunque lo bastante grande para él, un asiento cómodo y un techo bajo con un cristal que permitía ver un cielo asediado por altas torres de cristal.

Cuando se dio cuenta de que aún seguía el ritmo con el pie, dejó de dar golpecitos en el suelo del vehículo y miró por las ventanas mientras se movía. El leve reflejo que le devolvieron los cristales le dejó un tanto confundido. Su ropa había desaparecido, y en su lugar, ahora llevaba lo que parecía una chaqueta negra, más larga de lo que él estaba acostumbrado, con una camisa blanca ceñida en el cuello por una pieza de tela que bajaba por el pecho en forma de rombo. Con ello, unos pantalones del mismo tejido que la chaqueta y unos zapatos, algo incómodos, negros también. Alguien se había tomado la molestia de afeitarle y hasta habían intentado peinarle... con escaso éxito. El rebelde mechón del flequillo seguía tapándole un ojo. Eltanin se preguntó qué sería todo aquello. Algún mago debía haber liado una buena con sus hechizos y se había pasado tres pueblos.

-Si esto es Tanas, yo soy una comadreja... ¿Qué diantres es todo esto? ¿Y a dónde se supone que me llevan?

Finalmente el coche paró y un tipo vestido de color azul oscuro, con una gorra extraña, le abrió la puerta. Ante él había otra puerta, más grande, que daba a un gran edificio. Había más gente entrando, y se fijó que algunos vestían de modo parecido a él. Con cautela, fue entrando al edificio. Un poco más adelante se veía una gran sala con mucha gente, tanta que quizá fuese toda una aldea al completo.

-Estupendo, el mayor público de mi vida y yo sin instrumentos. Algo me dice que esto va a ser aburrido...

Antes de entrar, se quitó la pieza de tela que tenía al cuello, dándosela con una sonrisa a un tipo que pasaba por allí y que le miró un tanto raro. Problema suyo, ahora. Luego se desabrochó los dos primeros botones de la camisa y por primera vez en un rato pudo respirar a sus anchas. En vista de que el pelo iba a seguir a la buena de la Diosa, se despeinó hasta quedar como siempre. Hecho esto, tomó aire y entró.

La sala era grande con avaricia, y estaba a rebosar. La gente vestía de maneras a cuál más rara o desvergonzada, en el caso de las damas. Confiaba en que no le hubieran metido a una casa de señoras de lujo, pues en el coche había descubierto que su dinero había volado. Había mesas con comida y bebida y un par de cajas al fondo lanzaban al aire unas notas curiosamente buenas. Y él sin instrumentos, se lamentó (no por última vez). Mientras avanzaba por la sala, intentando ver si había alguien conocido, una voz salió de todas partes y de ninguna y les dio la bienvenida. ¿Una fiesta de inauguración? Ahora no cabía duda que había un mago chiflado tras todo aquello. Quizá se diera a conocer más tarde y le preguntara sobre el truco de la voz en todas partes.

-Algo útil e interesante a la vez, para variar...-dijo a nadie en particular.

Paseó por entre las mesas, cogiendo algo de beber y un par de esos que un tipo gordo llamó "canapé". Cuando volvió a centrar la atención en la gente, vio a la hija del herrero entre la multitud. ¿Reanne, podía ser? Se planteó pasar a saludarla, aun cuando seguramente no supiera ni su nombre, cuando vio que iba vestida como todas las demás.

Mira quién es más femenina de lo que aparenta cuando zurra la badana a los chicos de su edad..., pensó sonriendo involuntariamente. Luego, la vio dar dos traspiés mientras gritaba algo. Amagó un puñetazo a un lado, y luego lanzó varios en dirección contraria, hacia un chaval de pelo blanco que estaba sentado en una silla. Al no darle, se lanzó sobre él. Se acercó de soslayo a la persona más cercana, otra chica con un vestido azul, y cuando iba a hacer un comentario sobre cosas que nunca cambiaban, escuchó su murmullo diciendo de hacer eso mismo al responsable de su presencia allí.

Eltanin se giró suavemente y bebió un trago, a medias riéndose, a medias preocupado, temiendo que todas las damas fueran iguales a Reanne.
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-Todos temen a los guerreros por su poder y su destreza. Nadie teme al bardo con el poder de hacer llorar a los guerreros. Es un error fatal con una solución melodiosa.

Ficha de Personaje
Seiken
Beorc Aprendiz
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La inocencia tiene un nombre


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« Reply #11 on: November 28, 2008, 06:21:01 am »

Debería hacer eso cuando pille al tipo que me ha metido aquí...

¿Por qué? Ahora que puedo comunicarme en tu idioma... dijo una voz detrás de ella, perteneciente a un chico de sonrisa encantadora (y encantada). Seiken había aparecido con las ropas de siempre, pero mucho más lustrosas, brillantes y bonitas, además de elegantes, todo fuera dicho. Su peinado estaba impoluto y lo único que echaba de menos era su espada. El lugar era misterioso y maravilloso a la vez, con objetos extraños que llevaban gente dentro, prismas gigantes con cristal (debían de ser muy ricos para poder permitirse semejantes viviendas) y todo tipo de objetos curiosos y extraños

Sus pasos le habían llevado a la sala de fiestas, apareciendo justo por detrás de Jade cuando esta estaba quejándose. La verdad es que era una ropa que le quedaba rara, pero al jovencito no le parecía desagradable. Eso sí, incómodo debía de ser

¡Anda, un chico pelirrojo que también tiene esas extrañas cosas en el pecho! Y yo que creía que sólo tú los tenías, Jade... Al final va a ser una enfermedad común y todo. Venga, vamos a comer algo antes de que el gigantón se lo trague todo
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Kyle
Estigmatizado - Mercenario
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Hijo de la Espada


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« Reply #12 on: November 28, 2008, 06:43:07 am »

Al ver a la chica, yendo hacia él a velocidad de carga, Kyle sólo pudo retroceder hacia atrás un único paso con los ojos clavados en ella e intenando ver cómo podría hablar con ella: Lo que estaba vistiendo no podía ser muy adecuado y, es más, debía tener mucho frío, pero, por más que intentaba hacerle darse cuenta de ello, el hecho de que la chica fuese generosa en curvas y, sobre todo, el acercamiento sumamente agresivo de ella había provocado que el joven sólo pudiese quedarse mirándola con un sonrojo mucho más evidente a cada segundo que pasaba, intentando escoger bien las palabras para decirle a la chica lo que pretendía.

Levantó el puño y, entonces, el chico, instintivamente, se hizo para atrás... Oyendo inmediatamente después un rasguido que le hizo mirar hacia abajo. En su instinto, el chico no pudo más que mostrar una expresión de sorpresa que todavía se amplificó más cuando alguien chocó contra ella... Parpadeó un par de veces, pero eso no le ayudó a digerir lo que estaba pasando ante sus ojos, que lo había dejado completamente congelado en el sitio, tan sorprendido de hecho que su chaqueta se deslizó ligeramente dejando al descubierto parte del hombro, al tiempo que miraba cómo la chica se daba la vuelta y, entonces, empezaba a cargar hacia el otro tipo a toda velocidad. 

Lanzó un par de puñetazos antes de que el muchacho pudiese reaccionar y, entonces, Kyle pudo moverse de nuevo, aunque no sabía para lo que le iba a servir: Consiguió sobreponerse a la vergüenza al ver que la chica parecía estar cargada de ansias asesinas contra el otro pobre tipo, y se abalanzó para agarrarla por los hombros, intentando de ese modo que no continuase adelante.  Podía entender que el modo de acercarse pudiese haber sido inapropiado... Pero no hasta el punto de que quisiese matarlo y, la verdad, prefería evitar la violencia en lo más posible, además, todavía no tenía ni idea de qué hacían todos allí ni cómo habían llegado, sería poco inteligente que empezasen a matarse.

Aunque por otro lado ninguno llevaba armas... Y él no tenía a Garra.

- ¡Calma! ¿Qué está pasando aquí? ¿Por qué vais todas vestidas... así?

Vale, estaba visto que teniendo a una chica vestida de esa forma y agarrada , sus posibilidades de crear frases coherentes con un mínimo de tacto empezaban a reducirse hasta puntos que serían peligrosos para su propia seguridad... Pero nadie parecía saber qué hacían allí, ni por qué, así que empezar a pelearse no ayudaría en su situación, para nada.

- Pelearnos no servirá de nada...

Viendo que era muy probable que la chica pronto se zafase de él y esperando una posible represalia, el chico recorrió la habitación con la mirada, buscando alguien que pudiese echarle una mano... Se sentía horriblemente deshonesto al hacer lo que estaba haciendo, agarrando de esa forma a una mujer, pero tuvo que tragarse su timidez al ver que, probablemente, si no la hubiese parado habría arramplado con el chico de pelo blanco, con todas las consecuencias que ello traería.  Durante su revisión de la habitación, sin embargo, pudo ver algo muy característico, unos cabellos azules junto a la chica que antes había desaparecido, la que se parecía tanto a Sonia...

Sin soltar a la chica, su mirada se fijó al chico, parpadeando sorprendido, al tiempo que volvía a hablar, aunque en su gesto se dibujaba una confusión más que evidente. Pudo también fijarse en que la chica que le recordaba a Sonia miraba en su dirección... Y su cara no parecía  de muchos amigos, pero...

- ¿Ryu? ¿También estás aquí...? ¿Cómo has...?
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Beorn
Laguz Oso Negro
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« Reply #13 on: November 29, 2008, 05:37:48 am »

Alice abrio los ojos, bostezo desperezandose, se incorporó... y cayo de morros al suelo.

 - ¡Ay! - se giro para quedar sentada, observando espantada la extraña sala en la que se encontraba - ¿do.. donde estoy? -

Algo que, de haberse quedado quieto, podria haber pasado por un adorno gigantesco se movio cerca de ella y un cuello serpentino emergió por detras de una de las mesas, mirandola con curiosidad

 - ¡Kalec! ¡¿Estas bien?! ¡¿Que ha ocurrido?, ¿donde estamos?! -

Resulta dificil encogerse de hombros cuando no tienes brazos, pero de algún modo el joven wyvern azul lo consiguio, mientras terminaba de tragar lo que estaba masticando y lanzaba una mirada a su amiga que dejaba perfectamente claro que no solo se encontraba bien, sino que ninguna de esas cuestiones tenia la más mínima importancia ante la vista de tantisima comida. Tras lo cual se cernió de nuevo sobre la mesa y continuo engullendo.

 - Vale, gracias por tu ayuda... - murmuro, levantandose trabajosamente, ¿que clase de cenutrio habia diseñado asi de mal aquellos zapatos tan raros y puntiagudos? ¡¡¿Y que habia pasado con su ropa?!!

Comtemplo atónita su reflejo en una bandeja (que habia estado llena antes de que Kalec se fijase en ella). Su ropa normal habia sido reemplazada por un vestido blanco y largo, que se sujetaba a sus hombros por unas tiras de tela y que hacia juego con el pequeño manto de plumas blancas que la cubria los hombros y caía graciosamente sobre su espalda. Sus zapatos habian sido reemplazados por aquellos incomodos chismes y su pelo, recogido por una diadema de plata, estaba más liso y suave que nunca. Pero aún pero que eso eran el hecho de que el vestido tuviese escote y que tambien estuviese maquillada... ¡¿Y quien demonios le habia sacado brillo a las escamas de su wyvern y puesto aquella guirnalda de flores?!

¡¡¿¿Como habia podido suceder aquello??!! Lo último que recordaba era haberse ido a dormir en...

 - ¿Es esto un sueño? - pregunto en voz alta, sin dirigirse a  nadie en particular, obsrvando con aprension a las otras personas reunidas allí, todos ellas vestidas tambien de manera estrafalaria.
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Miras
Beorc Mercenario
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« Reply #14 on: November 29, 2008, 07:58:53 am »

Cuando el mundo en el que habitas se centra sólo en la comida y en la bebida, nda más empiezan a coger de las demás fuentes de alimentos te das cuenta de ello... Sobre todo si se trata de una cría de Wyvern. La situación que quizas con otra persona habría sido cómica, con Miras era más bien... Tensa, sí supongo que podemos llamarla así ya que era el estado en el que se encontraba el estigmatizado mientrás su mirada se cruzaba con la del Wyvern... Alzo una ceja, pensando en el tamaño y el estomago de su oponente, cada vez quedaba menos comida hasta que sólo quedo una fuente mientras el estigmatizado miraba al Wyvern que seguía a lo suyo... Ya había visto la jugada de este antes de que la realizase y cuando vió cuál sería la última fuente de comida la agarro y la mantuvo en su zona mientras el otro comía, cuando la mesa (Que no le quedaba mucho mas para claudicar) quedo limpía el Wyvern se tuvo que fijar en que Miras aún tenía comida ya que sus ojos se centrarón en el ex-esclavo. Percibiendo está mirada la devolvió para hablarle a la criatura:

-Está comida es mía, vete a buscarte otra saco de escamas- le dijo no con muy buen tono mientrás se metía entre la multitud, viendo entonces lo ocurrido con Reanne y su vestido... ¿Por qué esto causaba tanta impresion? Sólo era ropa rota ¡Ni que se hubiese partido una pierna! busco una silla y cuando la encontro se puso encima sentado en cluclillas para conservar el calor (Para él esto era lo más natural del mundo) y viendo la escena mientrás se comia lo que había en aquella bandeja aunque no tardo mucho en terminarla y lanzarla en dirección opuesta a su mirada, sí alguién la había recibido con su cabeza no era cosa suya, era culpa del otro por no tener los reflejos para esquivarla o agarrarla.

Su mirada quedo clavada entonces en la escena de la peliroja con el vestido rasgado, con sus ojos ámbarinos y con claro interes en lo que pasaba, aúnque más que nada por la simple curiosidad de saber que es lo que había ocurrido allí, aúnque si se hubiese enterado que eso de mirar fijamente a las chicas con vestido roto con muy mal caracter, no era precisamente la mejor idea del mundo, podría haber habido una muy remota posibilidad de que no lo hiciese... Aúnque, aún quedaba el asunto del Wyvern con florecitas que había en la sala, pero estaba claro que no era tan impactante cómo ver a un monton de gente con la cara de color rojo y que gritaban constantemente llamando a algo que él aún no conocía.

Pero él necesitaba algo para llevarse al gaznate. Viendo allí cerca unas latas, agarro a un transeunte y le pidio con amabilidad fingida (Muy mal fingida) que le dijese para que servían esas latas, cuando hubo avergiuado su funcionamiento, cogio una y se volvio a su silla para sentarse y agitando la lata comrpobar que tenía algo dentro, no sabia cómo abrirla, pero aún así lo averiguo al agarrar la anila y abrirla... Hacia el lado contrario, el chorro de bebida refrescante salió disparado por la brutal presión que había en la misma por culpa de las agitaciones de Lucy y del propio Miras (el cuál la había agitado con todas sus fuerzas)... No habría sido muy importante si le hubiese dado a cualquier otro, pero es que... La proximidad de la escena y la potencia del disparador habían hecho que la broma fuese a parar directamente al grupo que formaban Kyle, Reanne y el propio Mythos... A cuál de ellos le daba daba igual, Miras jamás volvería a beber de aquellas latas.
« Last Edit: November 29, 2008, 08:06:19 am by Miras » Report Spam   Logged

Recuerda, no te pierdas entre los cuentos y las historias del pasado, mejor pierdete entre los cuentos y las historias de tu propia vida.<br />Ficha: http://fireemblemshadows.freesmfhosting.com/index.php?topic=24.0
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